TITULO DE PROPIEDAD

 ¡Hola a todos!  Bienvenidos a este nuevo episodio de Volver A Empezar, Hoy quiero hablarles sobre algo muy especial: ¿alguna vez han escuchado que Dios es el dueño de todo? ¡Sí, de todo lo que existe! Les voy a contar cómo está escrito en la Biblia y qué significa para nosotros.

En este mundo lleno de maravillas, hay algo que debemos recordar: Dios es el dueño de todo lo que vemos y experimentamos. La Biblia, su Palabra sagrada, nos enseña que Él creó todo y que todo le pertenece. Vamos a explorar juntos cómo la Biblia nos muestra que Dios es el verdadero dueño del universo y cómo esto nos llena de paz y esperanza. Imagina por un momento que Dios te ha dado un título de propiedad, un documento que dice que todo lo que ves y conoces le pertenece a Él. Esto puede parecer algo difícil de entender al principio, pero es una hermosa verdad que encontramos en la Biblia.


1. Dios, el Creador del Cielo y la Tierra

Desde el principio, la Biblia nos dice que Dios es el creador de todo. En el primer libro, Génesis, leemos:

"En el principio, creó Dios los cielos y la tierra." (Génesis 1:1)

Esto nos recuerda que todo lo que vemos, desde las estrellas en el cielo hasta los árboles en el suelo, fue hecho por Dios. Él es el arquitecto y diseñador de todo lo que existe.

2. La Tierra es del Señor

La Biblia también nos enseña que la tierra y todo lo que hay en ella pertenece a Dios. En el libro de los Salmos, se nos dice claramente:

 "Del Señor es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan." (Salmo 24:1)

Esto significa que cada rincón del planeta y cada criatura que vive en él son propiedad de Dios. Él cuida de todo y de todos.

3. Dios, el Proveedor de Todo

Dios no solo creó todo, sino que también provee lo que necesitamos para vivir. En el libro de Filipenses, encontramos una promesa maravillosa:

"Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús." (Filipenses 4:19)

Cuando confiamos en Dios, podemos estar seguros de que Él proveerá todo lo necesario para nuestras vidas, ya sea comida, ropa, o cualquier otra cosa.

4. Nuestro Lugar en la Creación de Dios

Saber que Dios es el dueño de todo nos da un gran sentido de responsabilidad. En el libro de Génesis, Dios nos da el mandato de cuidar de su creación:

"Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla; y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra." (Génesis 1:28)

Somos los administradores de la creación de Dios, llamados a cuidar y proteger el mundo que Él nos ha dado.

5. La Paz de Saber que Dios es el Dueño

Finalmente, saber que Dios es el dueño de todo nos trae paz y consuelo. En tiempos de incertidumbre y cambio, podemos confiar en que Dios tiene el control. En el libro de Isaías, leemos:

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová." (Isaías 55:8)

Aunque no siempre entendemos lo que sucede, podemos confiar en que Dios tiene un plan perfecto para todo.

Esto nos muestra que todo lo que hay en el mundo pertenece a Dios. Él es como el dueño de una gran casa que incluye toda la Tierra y todo lo que hay en ella. Nosotros somos sus invitados, y Él nos cuida con mucho amor.

Nuestro Rol como Administradores

Aunque Dios es el dueño de todo, nos ha dado la responsabilidad de cuidar y administrar su creación. En Génesis 2:15, leemos:

"Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase."

Esto significa que Dios confía en nosotros para cuidar el mundo, los animales, las plantas y unos a otros. Somos como los administradores de la creación de Dios. Es un trabajo importante, ¿verdad?

Vivir con Gratitud

Saber que Dios es el dueño de todo y que nosotros somos sus administradores nos debe llenar de gratitud. Cada día, podemos agradecerle a Dios por todo lo que ha creado y por confiarnos su cuidado. Aquí hay otro versículo que nos recuerda dar gracias:

"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús." (1 Tesalonicenses 5:18)

Confiar en Dios

Finalmente, recordar que Dios es el dueño de todo nos da una gran confianza. En Mateo 6:25-26, Jesús nos dice: "Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Miren las aves del cielo, que no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; y sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?". Esto nos enseña a confiar en Dios, sabiendo que Él proveerá para todas nuestras necesidades.

Ya para finalizar recordemos que:

Dios es el dueño de todo lo que existe. Él creó el cielo y la tierra, y todo le pertenece. Nos ha dado la responsabilidad de cuidar su creación y nos promete proveer todo lo que necesitamos. Al confiar en Dios, encuentras paz y esperanza, sabiendo que Él tiene el control de todo. Recuerda siempre esta verdad y deja que te inspire a vivir con gratitud y responsabilidad. 

Entonces, al entender que Dios es el dueño de todo, nos sentimos parte de su gran creación y sabemos que tenemos una responsabilidad y un propósito. Cuidemos de lo que Dios nos ha dado y confiemos en su amor y provisión. Vivamos con alegría y gratitud, sabiendo que estamos bajo el cuidado del Creador del universo.

Entonces, recordemos siempre que Dios es el creador y dueño de todo lo que existe. Nos ha dado el hermoso trabajo de cuidar su creación y de vivir con corazones agradecidos. Cada vez que veamos un árbol, un río o incluso a nuestras mascotas, recordemos que son un regalo de Dios, y demos gracias por su amor y confianza en nosotros.

¡Espero que este mensaje les haya inspirado y les haya ayudado a entender un poco más sobre cómo la Biblia nos muestra a Dios como el dueño de todo!

Yo Soy ROSA LINDA VILORIA TORRES 🌹

                    Hasta la próxima semana


      



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